- Actualmente este vehículo se ha convertido en el principal medio de transporte para muchas personas por todos los beneficios que ofrece, tanto ambientales como sociales.
En el marco de la denominada «movilidad sostenible», las bicicletas eléctricas adquieren un gran protagonismo para combatir el cambio climático, ya que sustituyen a otros vehículos contaminantes, disminuyendo así los niveles de emisión de dióxido de carbono a la atmósfera. De manera que, no sólo ayudan a proteger el medioambiente, sino también favorecen a nuestra salud y bienestar, ya que contribuyen a mejorar la calidad del aire de las ciudades. Sin embargo, si la bicicleta eléctrica no se usa adecuadamente ni recibe un mantenimiento adecuado, puede comenzar a dar algunos problemas antes de tiempo.
La batería, un componente muy delicado
Este medio de transporte tiene una peculiaridad y es que cuenta con componentes que, por norma general, tienen un tiempo de vida limitado, como sucede, con sus baterías. Por tanto, para que nos dure el máximo tiempo posible, es fundamental que hagamos un buen uso de ella y que le proporcionemos una serie de cuidados.
Las baterías de estas bicicletas necesitan cargas y descargas continuas para mantenerse en un estado óptimo. Además, estas baterías se descargan, aunque no se use. Por tanto, conviene que utilices tu bicicleta con frecuencia.
Es importante que la cargues el tiempo justo y necesario, pues un exceso de carga puede ser perjudicial para ella. Así que, ni se te ocurra dejarla cargada durante varios días, ya que esto sólo haría que se deteriore la batería.
Además, debes tener en cuenta que estos tipos de beterías se estropean cuando se quedan sin energía, por lo que tienen que evitar que se descargue por completo. Al igual que no debes exponerla a altas temperaturas.
Engrasa la cadena y mantén las ruedas infladas
Si la cadena y las ruedas no se cuidan adecuadamente, esto terminará afectando al motor de la bici, puesto que éste requerirá de un mayor esfuerzo para avanzar.
Revisa los frenos y los sistemas eléctricos
Hay varios tipos de freno. Si los de tu bicicleta son de disco, debes regular los tensores para evitar que se desgaste en exceso el disco. Si son de pastillas hidráulicas, conviene que cambies las pastillas una vez al año aproximadamente. Y si se trata de frenos de zapata mecánicos, es importante revisar las zapatas mensualmente y cambiarlas cuando sea necesario para reducir la distancia de frenado.
Por otra parte, los sistemas eléctricos también requieren su propio mantenimiento, así que, si detectas algún fallo en ellos, te recomendamos que acudas al servicio técnico en cuanto sea posible para su correcta puesta a punto.
Lávala con cuidado
Aunque este tipo de bicis están preparadas para días de lluvia, debes evitar el agua a presión para su lavado, ya que ésta puede penetrar en el motor y provocar algún cortocircuito. Lo mejor es utilizar un paño húmedo, pero si vas a utilizar manguera, aplícala siempre con poca presión.
Por otra parte, también hay que revisar cada cierto tiempo los tornillos de las bielas de los pedales, la tija del sillín, el manillar, mantener bien fijado el transportín y el guardabarros (si tiene).
Por último, recomendamos que se realice al menos una revisión al año en un servicio técnico oficial para comprobar que todo está correctamente.
Si sigues estas recomendaciones, podrás alargar la vida útil de tu bicicleta eléctrica.